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Un hombre corre ante la pluma de la Grúa Sansón, en el entorno del muelle de contenedores de Cartagena, en una imagen de archivo. / PABLO SÁNCHEZ
La Comunidad Autónoma ha iniciado los trámites administrativos para declarar bien mueble catalogado por su relevancia cultural la Grúa Sansón, ubicada en una rotonda de Santa Lucía, para adornar el entorno del muelle de San Pedro y la entrada a la ciudad por su fachada marítima. Así se lo comunicó esta semana la Dirección General de Patrimonio Cultural a la Asociación para la Defensa Activa del Patrimonio Histórico y Natural de España (Daphne), que solicitó en junio de 2021 dar protección legal a esta antigua estructura industrial.
Tras revisar distinta documentación, los técnicos de la Consejería han determinado que esta estructura, que tiene treinta metros de altura y fue construida en 1930, constituye «uno de los escasos elementos de este tipo que se fabricaron en España». En concreto, posee «una notable relevancia cultural para el estudio y conocimiento del patrimonio industrial español, que sería aún mayor en el caso de haberse conservado íntegra, con su base flotante y plataforma de operaciones».
Según consta en una resolución oficial, a la que ha tenido acceso LA VERDAD, los especialistas del Servicio de Patrimonio Histórico añaden que la grúa merece protección legal «por ser un elemento especialmente vinculado al paisaje portuario de Cartagena y a algunos de los hitos más caracterizadores de la ciudad». Y citan, como ejemplo, la condición de esta como «base del Arma Submarina, las baterías costeras o el complejo industrial de Escombreras, en cuyo desarrollo y construcción, en su caso, desempeñó un papel clave».
Los expertos de Cultura citan a José Manuel Chacón y su artículo 'La grúa Sansón. 1930-1993', publicado en las Actas de las XXVI Jornadas de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia. Este arquitecto reseñó que «en 1929 se inició la construcción de la grúa flotante en los astilleros de la Unión Naval de Levante, en Valencia», y que las obras acabaron en 1930.
Su pluma es de acero, tiene una estructura piramidal y forma un arco ligeramente abatido. Además, podía inclinarse hacia delante mediante dos grandes tornillos de acero de diez metros de longitud. La pluma se ubicaba sobre una pontona de 31,25 metros de eslora, e incorporaba un motor de 150 caballo (HP). Y, como elemento flotante, tenía la consideración de embarcación, aunque debía ser remolcada.
Por Real Orden de diciembre de 1929, se le asignó el nombre de Sansón a la grúa eléctrica, de 100 toneladas. Estaba destinada a la Base Naval de Cádiz, pero acabó en el Arsenal de Cartagena. En esta ciudad fue usada para el artillado con los nuevos cañones Vickers de las baterías costeras de Cenizas y Castillitos, previo traslado a Portmán y a La Azohía. En el Arsenal, sirvió para las pruebas de flotación de submarinos. Y fue «fundamental en la construcción del muelle de Escombreras y en el desarrollo del complejo industrial».
El 1 de enero de 1993 fue dada de baja y trasladada a El Espalmador, para ser desguazada. Pero, «afortunadamente, la intervención del director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática [Iván Negueruela] propició que se pudiera detener el proceso y, al menos, conservar la pluma». Es este elemento el que se conserva frente a la terminal de contenedores del Puerto.
La concejal de MC y expresidenta de Daphne María Dolores Ruiz destacó que «la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) tuvo mucho que ver con la salvación de la pluma, como propietaria de la grúa». También subrayó el trabajo de la asociación cultural y de su grupo político en favor de la protección de este bien. Lamentó que Cultura desestimara declararla Bien de Interés Cultural (BIC), alegando que la grúa no está completa, pero celebró que se reconozca su singularidad.