La Asociación Nacional de Empresas de Auxilio en Carretera, que agrupa a las grúas que realizan este trabajo en caso de avería, han convocado un paro los días 29, 30 y 31 de julio, y el 1 de agosto en reivindicación de la viabilidad de su negocio, arruinado por el incremento de los precios, en especial del gasóleo.
Según los empresarios del sector, la disponibilidad de este servicio de asistencia en carretera requiere una presencia de disponibilidad de 365 días al año, 24 horas al día. Y las tarifas de los servicios solo se remuneran como media a 3,5 euros la hora, con lo que la rentabilidad es negativa en todos los servicios solicitados. Estiman que estas tarifas se sitúan en la tercera parte del coste real.
Los empresarios estiman que esta precariedad económica, sumada a las constantes exigencias inasumibles, de determinados clientes de las empresas de grúas, como aseguradoras, compañías de asistencia y clubes automovilísticos, es la que ha obligado al sector a convocar este paro. Se quejan en este apartado de la exigencia de los tiempos de llegada al vehículo averiado o accidentado, ignorando las innumerables variables que condicionan la agilidad de respuesta, pero que en cualquier caso penalizan a las empresas de grúas.
Solicitan estos empresarios una reunión urgente de una mesa de trabajo en la que participen la DGT como institución reguladora del sector; Unespa como patronal de las compañías aseguradoras y el Ministerio de Economía, para la regulación de unas prestaciones económicas que, en su opinión, son “obsoletas y muy alejadas de las existentes en la Unión Europea”.